Amiguitos borsisti: os anuncio que me dieron la residencia yanqui para writers que pedí. Cuando lo cuento digo: "seis semanas en....Nueva York" y la gente, verde de envidia, dice: "Oooooh, qué suerte". Lo que ellos no saben es que la famosa residencia está a, ejem, 2 horas en tren de NYC (sí, en el estado de Nueva York, yo no miento) hacia arriba, en medio de la nada (el pueblo más cercano, Hudson, de 7000 habitantes, está a 20millas, ¿cómo lo veis?). Una vez por semana se puede ir al supermercado con la gobernanta, que es quien compra la comida para los borsisti de allí (va todo incluido: por la noche te cocina una especie de Enrico y el desayuno y la comida te la haces tú pero los productos los compran ellos. Pugnaré por el aceite de oliva a muerte).
Tengo una ilusión entre moderada y alta: la idea de no poder salir a la calle a beberme un capuchinico si necesito estirar las piernas me ATERRA. El problema es sobre todo que ¡no existe tal calle! Pero eso sí, aprovecharé para trabajar, leer y escribir mucho.
Y para resarcirme de lo rural, después sí, una semanita en NYC, viendo a la Getty, a los Lamas-Llamas, a ¿Naia? y a quien desee pasarse por allí no me la quita nadie (El 29 de marzo ingreso en el convento y entre el 9 y el 18 de mayo, aprox, estaré en NYC: vayan planeando sus viajes).
También aprovecharé para mejorar mis conocimientos de Photoshop, ¡palabra!