Cual golondrina en emigraciòn, Tia Nati preparò entre làgrimas las maletitas, esas de cartòn y cuero y se dispuso a abandonar estos amados muros.
Quién le iba a decir que aùn dejando 60 kilos de ropa tendrìa que cargar en su dolorida espalda otros 20+20+10+el ordenador+el tubo de planos+el bolso+el collar de perro!!!
eso por no hablar de los zapatos...
Qué pena, Tìa Nati!!
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