miércoles, 26 de diciembre de 2007

Ecos de sociedad






La reunión navideña celebrada el pasado 22 de diciembre en la RAEM (valga, por esta vez, la M tanto por Madrid como por Manila, que fue el pequeño gran Kris el que puso la sede) deparó grandes e insospechadas sorpresas para los borsisti presentes (y algunos de sus allegados). Amaya-Amasha-Amaglia, que de todas estas formas puede y debe decirse su vaskongado nombre, nos deleitó con su presencia en una breve escala madrileña en su camino a Buenos Aires. Traía consigo una noticia trascendental que al cierre de esta edición no estoy autorizado a transmitir. Sólo puedo adelantar que no son sólo los andamios del Campidoglio y los vermuses del Calisto los que la retienen en nuestra bienamada Roma. ¡Hasta aquí puedo leer, amigos, pero que sepas, Amaya, que la blogosfera no aguantará por mucho tiempo tu silencio!

Lo que nuestra joven amiga no esperaba es que acabaría la fiesta como princesa destronada. Sí, queridos lectores, fue la gran Bárbara quien desveló la verdadera gran noticia de la noche: ¡un nuevo borsista ha iniciado su camino hacia la cumbre del Gianicolo! Desde aquí felicitamos calurosamente a Mamma-Bárbara y Pappa-Vaina.

Embriagados por tan hermosas noticias, los borsisti (bueno, algunos) se intercambiaron entre sí unos sencillos presentes. El que suscribe tuvo a bien saltarse las normas del amigo invisible y regalar a la futura mamá un librito que compró por mor de la juerga y el cachondeo pero que, en cambio, le será muy útil en los años venideros.

La fiesta continúa el próximo 31 de diciembre: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CAPODANNO EN LA RAEM!!!!!!!!!!

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