
Queridos amigos:
Estoy pasando unos días en un lugar en el que...
-hay un claustro.
-ese claustro tiene una campana para anunciar las comidas.
-hay dentro un templo circular.
-la gente viene a casarse a la iglesia cercana y a hacerse fotos.
-todo tiene cierto aire vetusto.
-el wifi está limitado por el grosor de los muros.
-para entretenerse, hay una sala de billar y un cine-club.
-hay becarios que vienen de todas partes y todo el mundo dice que son menos problemáticos que el año pasado.
¿No os parece estremecedor?
Pero antes de asustaros y de ir a la farmacia corriendo para tomar la pastilla adecuada para salir de Matrix, debéis tener en cuenta que...
-el claustro no es franciscano.
-la campana la usan, y todos los días las comidas son a la misma hora: las 9, las 2 y las 9.
-la capilla no es una joya del renacimiento, sino una horterada del estilo católico post-vaticano segundo.
-no hay que hacer cola para que te den fecha para la boda: ¡así cualquiera!
-de decadentismo romano, nada, ¡viva el suelo de terrazo y el rollo chalet de la sierra!
-el wifi... (bueno, esto es igual).
-eeeh... Bueno, aquí además hay un ping pong. Pero a las pelis no va nadie, que conste.
-los becarios son majos, sí, ¡¡¡pero no son mis borsisti!!!
Ah, y el dato más escalofriante de todos, aquel que hace que todo encaje: la función única de "Todos los caminos" se hará en las ruinas del Convento de Santo Domingo y... ¡SAN PABLO!
¿No se os pone la piel de gallina?