miércoles, 6 de febrero de 2008

VALLEINCLANA: EL REGRESO


Tras una experiencia alucinante el año pasado, una de nuestras becarias regresa temporalmente a la Accademia. Tenemos TANTAS preguntas....

¿Ha hecho alguien otra copia de las llaves de la torre?, ¿florecerá en condiciones el magnolio?, ¿en qué estudio vive este año la Cenci?, ¿dónde está Luna?, ¿y Pancha?; ¿cuántos kilos ha adelgazado Paola?, ¿me traen una silla?, ¿cómo le va a Sandro de taxista?, ¿dónde están las lavadoras?, ¿juegan los becarios de este año al escondite?, ¿tienen megáfono?, ¿toca alguien en el piano del pasillo el himno del PP?, ¿hay vaso limpio, mi amol?, ¿es que nadie va a vestir a la pobrecita Venus de Milo???

..y muchas otras que esperan respuesta, Valleinclana; no nos falles!

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Y además yo añadiría:
¿Ha perdonado El Señor, finalmente, a su pueblo????

Anónimo dijo...

...pues vuestros cánticos me hicieron recapacitar y al final va a ser que sí, creo que voy a perdonar a mi pueblo... esas cosas pasan hasta en las mejores religiones. Eso sí, recordad que al atardecer de la vida os voy a examinar del amor, así que,venga, amando, que es gerundio.

Anónimo dijo...

¡No te preguntes dónde está la Academia: pregúntate dónde estás tú!

Anónimo dijo...

Amiguitos: aquí estoy, informando desde Roma como la simpar Paloma Gómez Borrero hizo durante tanti anni. Lo que puedo decir tras mi primer día es que TIENE RAZÓN AMASHA: la idea es desvincularse de la academia de una vez ("si me queréis, irse") para lograr disfrutar de Roma, si buenamente podéis. Pero todo en sí está como paliducho, toda la ciudad, tó.
Ahora, el amor interborsista que nos profesamos se acrecienta aún más en estos momentos. Al menos por mi parte.

Anónimo dijo...

Me entran muchos recuerdos ahora del principio: de cuando nos reuníamos para hacer esa hipotética revista de pensamiento y creación llamada "Tempietto" o "115", del paseo de Diana, de Ernesto Alterio...

Anónimo dijo...

Y ya les avisé hace tiempo

Anónimo dijo...

ah, no, a mí ustedes no me avisaron...

Anónimo dijo...

Sigo retransmitiendo: en Miraggio la comida igual de rica. Ahora el borsismo puede comer a mediodía por 9 euros en la...¡¡AMERICAN ACADEMY!! con la excusa de que van a la biblioteca. El claustro luce como más pintadico. El Societé Lutece sigue teniendo un aperitivo nutritivo (además rima) a 5 euricos.

Anónimo dijo...

Y más noticias de última hora: Amasha le mete guarrerías (trapos, esponjas...) a Veltroni por la ventana sin querer cada día (desde el ponteggio). Este último ya ha salido una vez a darle cuatro gritos.

Ah, y claro que la Getty era un poco vidente: por supuesto que la piccola tia nati sigue fumando, pero sólo como 4 al día, según entiendo io.

Anónimo dijo...

Amici: poco arte y mucho aperitivo con Spritz. Esa es mi crónica de hoy: fui con Gabriele al Societé Lutece (ayer con Amasha) y de nuevo me puse moratta. Os quiero mucho, vecchi borsisti. Somos la sal de la tierra, os lo digo con convicción.

Anónimo dijo...

Mersuá, tienes razón, el amor interborsisti ha de acrecentarse al regresar, porque aunque Roma siga siendo Roma, la Academia ya no es la nuestra. Debemos ser un fantasma más como el de la ilustre Cenci...

Anónimo dijo...

Mira, basta ya, Mersua, asi vas a quitar las ganas de venir a cualquiera; Borsisti del mundo entero, unamonos juntos en el amor interborsista!

Mercebri esta bien aunque con exceso tanathinico. Problema suyo porque a mi me hace muy feliz quedar con ella. Comentamos nuestras cosicas, nos acordamos de todos vos y viene a verme al andamio. Manhana, cafe o infusion en casa. Al final me he enterado porqué ella siente los pies y yo no, confidencias romanas y analisis mutuo. Un lujo que haya vuelto, afirmo.

Anónimo dijo...

Nati tiene razón: lo pasamos bien y la experiencia ponteggio y comida en azotea con obreros aguerridos, un lujo al alcance de pocos.
Y amiguitos que venís: esas prendas de las que os deshicísteis cuando os fuisteis de aquí, ¡¡VOLVERÄN A VOSOTROS!! Me tenían guardados en portería 2 anoraks viejos que yo había hecho-como-que-me-dejaba-sin-querer. Uno sí lo quiero pero el otro, oh no, lo detesto.